Martes 7 de Febrero

La clase ha empezado con la duda de un alumno sobre la teoría de Eccles. El profesor ha explicado la teoría de Eccles:
Según Eccles el cerebro era algo material y la mente era algo no material. Estos dos elementos estaban conectados mediante dendronas y psiconas. Eccles decía que el cerebro no es una estructura lo suficientemente compleja para dar cuenta de los fenómenos relacionados con la conciencia, por lo que hay que admitir la existencia autónoma de una mente autoconsciente distinta del cerebro, como una realidad no material ni orgánica que ejerce una función superior de interpretación y control de los procesos neuronales.

Después ha empezado a preguntar la teoría que explico el día anterior. Le ha preguntado a Paula sobre el materialismo cibernético.
Materialismo cibernético: Teoría monista sobre la relación del cerebro-mente. Todo lo mental es material. Se comprara al cerebro con un complejo ordenador.

A continuación le ha preguntado a Álvaro González que qué era el hilemorfismo. Isabel Vázquez le ha ayudado.
El hilemorfismo: Es una teoría dualista sobre el cuerpo y el alma. La formuló Aristóteles. Hile significa materia y morfe es forma. Esta teoría decía que el cuerpo y alma están unidos en la realidad.
Según Aristóteles había tres tipos de almas:
-Alma vegetativa: es el alma que permite realizar las funciones vitales más elementales, como son la reproducción, alimentación y crecimiento.
-Alma sensitiva: es el alma sensitiva permite las actividades vitales de movimiento local, apetitos inferiores o sensibles y conocimiento sensible o percepción.
-Alma racional: es el alma que permite razonar y pensar sobre algunos hechos.
En esta escala si tienes el alma racional tienes las demás o si tienes la sensitiva tienes también la vegetativa.

Por último, preguntó sobre la teoría cartesiana.
Teoría cartesiana: Es una teoría dualista formulada por Descartes. En ella se afirma que el ser humano está compuesto por la unión de dos sustancias diferentes: el cuerpo, sustancia extensa, y el alma, sustancia pensante. La comunicación entre ambas se producía gracias a la glándula pineal, situada bajo el cerebro.