Al comienzo de la clase, hemos
recordado lo trabajado en la clase anterior.
Todas las especies de animales se
comunican de una forma u otra pero sólo nosotros, los seres humanos
poseemos un lenguaje “especial” que utilizamos para comunicarnos
mediante un sistema de signos. Nuestro lenguaje se divide en tres
planos diferentes:
- El significante: una sucesión de fonemas. En el español tenemos 24 fonemas. Se relaciona con el propio signo lingüístico.
- El significado: idea o concepto asociado a un significante. Y es propio de la mente.
- El referente: realidad que trata el mensaje.
Podemos observar que los niños
pequeños al nacer no saben hablar pero con el paso del tiempo comienzan a hacerlo. Pero realmente, entre 1-4 años aprenden a relacionar
los elementos del signo lingüístico: el significado y el
significante.
También, hemos hablado de la cultura
cuyo significado es el conjunto de informaciones adquiridas a través
del aprendizaje social, como los memes.
Ademas, hemos recordado los términos
hominización y humanización. A lo largo de los millones de años de
evolución se produce la hominización que es la aparición de nuevas
características físicas y observables perceptibles en los
fósiles. Por ejemplo, la bidepestación , la liberación de las
extremidades superiores, el desarrollo cerebral... Y también se
produce la humanización que son las cualidades no visibles como la
capacidad del pensamiento, las vidas sociales o los cuidados a los
enfermos.
Como ya hemos visto el hecho de
transmitir información no es exclusivo de los humanos si no que los
animales también la transmiten en menor cantidad.
El ejemplo del que hemos hablado en
clase es el de los macacos japoneses. En 1953, una hembra de 15
meses de edad estaba jugando en la orilla del mar y empezó a lavar
las patatas y aprendió que estaban más buenas limpias. Este
aprendizaje se pasó a sus compañeros de juego de la misma edad y éstos a sus
madres pero los machos eran los últimos en aprenderlo. Al cabo de
años eran 39 animales de 59 los que habían adquirido este aprendizaje.
En conclusión, la cultura animal se transmite y se aprende por imitación y la cultura humana a través del lenguaje con gran variedad y riqueza.
Valeria González Artacho.
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