miércoles, 18 de febrero de 2015

Darwin y el problema del sufrimiento en la naturaleza





El texto de Darwin donde menciona a los icneumónidos y sus objeciones al creador bondadoso:


Respecto al punto de vista teológico de la cuestión, siempre es difícil para mí. Estoy perplejo. No tenía la intención de escribir desde un punto de vista ateo. Pero reconozco que no veo pruebas de designio y caridad en todas partes con la misma claridad que otros, ni como yo mismo querría ver. Me parece que hay demasiado sufrimiento en el mundo. No puedo convencerme de que un Dios bondadoso y omnipotente creara deliberadamente los Ichneumonidae con la expresa intención de que se alimentaran del cuerpo viviente de las orugas, o que un gato tenga que divertirse jugando con los ratones. Y puesto que no creo todo esto, no veo que haya necesidad de creer que el ojo fuera expresamente diseñado. (...) Estoy íntimamente convencido de que la totalidad de la cuestión es demasiado profunda para la inteligencia humana. (...) Ciertamente estoy de acuerdo con usted en que mis opiniones no son ni mucho menos necesariamente ateas. (...) Pero cuanto más reflexiono, más perplejo estoy (Charles Darwin. Carta a Asa Gray, 22 de mayo de 1860).


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