miércoles, 6 de junio de 2012

Martes 5 de Junio. Teorías contractualistas.


La clase del Martes 5 de Junio comenzó con unas breves aunque necesarias aclaraciones sobre el calendario de exámenes, centrándose las mismas en la fecha y contenido de las recuperaciones.

El contenido de la clase se basó en el análisis y profundización en las diversas teorías contractualistas, que tenían en común la existencia de un pacto, de una interacción entre los habitantes de una comunidad, pero diferían en cómo debía ejercerse esa interacción.

La construcción de un Estado es fundamental para alejar a la sociedad del caos de la organización natural, siendo necesarios unos poderes que puedan controlar adecuadamente a la población apoyándose en unas normas.



En primer lugar nos encontramos antes un texto firmado por T. Hobbes, relevante filósofo inglés,  cuya obra Leviatán explica su postura contractualista. Hobbes argumenta la coexistencia de varios sentimientos básicos en el ser humano. Por una parte encontramos el egoísmo, el orgullo e incluso la venganza. En el lado opuesto se sitúa la misericordia, la justicia y la modestia. Para que estos sentimientos no se desequilibren creándose un descontrol, es necesaria la existencia de un hombre, o varios, que mediante una puesta en común y representando a la sociedad, puedan tomar decisiones en pro del bien colectivo. Estas decisiones deben de ser cumplidas por la sociedad debido a que se le aplicará un castigo en caso de no cumplirlas, y este miedo será el que originará un control y estabilidad en la población, haciendo así que cada individuo no se rija por unas normas propias, sino colectivas que beneficien al conjunto de la sociedad. Siempre será mejor el miedo al Estado, que sabes que es evitable mientras que cumplas las normas, que el miedo a los propios miembros de esta sociedad. Hobbes pues, se posicionaba a favor del absolutismo, por ser el sistema mas rígido en cuanto a normas y control de la población.



La segunda teoría es fruto del pensamiento de J. Locke, también inglés, que se basaba en la propiedad privada , el trabajo y la explotación de la naturaleza. El hombre necesita trabajar para progresar, para que la sociedad avance y para poder subsistir. Todo esto se consigue mediante la obtención de recursos de la naturaleza, la cual es un bien común y nadie puede apropiarse de ella, pues cada persona tendrá su recompensa tras trabajarla, en un beneficio propio, consiguiendo así crear la propiedad privada. Mientras que el individuo no cree excedente y explote desmedidamente la tierra, este teoría funcionará. Sin embargo, la creación del dinero rompe con el beneficio individual de tu propio trabajo, pues éste se lo apropian terceras personas con un poder mayor al tuyo, como sería tu propio jefe.



Por último, Rousseau desarrollaba en "El contrato social" una teoría basada en la unión de fuerzas, pues la sociedad solamente podrá progresar cuando se sumen los esfuerzo, y no cuando se dividan individualmente. Los ciudadanos debían trabajar con el bien común como objetivo, haciendo así que el pueblo avanzase en su conjunto.

Tres teorías contractualistas que marcaron un antes y un después en el pensamiento, e impulsaron la idea de la interacción entre los miembros de una sociedad en búsqueda de la estabilidad y el progreso. Para repasar lo explicado de un modo mas ameno, sugiero ver este video que lo explica de un modo sencillo y directo.



Y con este extenso análisis concluía la clase del Martes. Un contenido de gran interés de cara al examen y a nuestro conocimiento de los pilares de la sociedad actual.

Entrada del blog realizada por Antonio Díaz Cueto.

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